sábado, 24 de abril de 2010

El expediente H: una novela contemporánea sobre la producción épica

Pocas veces se tiene, al menos en este rincón del mundo (Uruguay, para ser más claro), la oportunidad de leer a un escritor albanés. La obra en cuestión es el El expediente H. de Ismail Kadaré (Madrid: Alianza,  2001. Traducido por Ramón Sánchez Lizarralde). El autor noveliza la peripecia que en los años 30 siguieron en el país balcánico, los estudiosos del folklore Albert Lord y Milman Parry procurando develar la técnica de la producción épica a partir de su práctica contemporánea.

Copio el comentario de la contratapa:  "La aparición de dos irlandeses de Nueva York en una localidad del norte de Albania con el fin de investigar en esta remota región la conexión de los rapsodas albaneses con la creación de la 'Ilíada' y la 'Odisea', y el subsiguiente revuelo que esto provoca en todos los órdenes, permite a Ismail Kadaré urdir en EL EXPEDIENTE H. una inquietante y febril fábula  en torno a la asfixiante atmósfera del totalitarismo y sobre el misterio de la creación literaria."

Uno de los dos protagonistas reflexiona en su cuaderno de apuntes:

"El estudio comparativo se revela así como una de las claves de nuestro trabajo. Pero no sólo la comparación entre distintos rapsodas. Más importante incluso será la comparación interna de una rapsodia. Dicho de otro modo, cómo se canta el mismo poema épico transcurrido cierto tiempo. Un mes después. Tres meses.

Según parece no se trata únicamente de un mero problema de memoria. Está vinculado con otro elemento básico de la epopeya oral: el mecanismo del olvido. El cual, a su vez, tampoco es simple olvido sino un proceso bastante más complejo. Puede quizá tratarse quizá de un olvido involuntario, pero a la vez también deliberado. Un supuesto olvido que legitima la intervención." (55).

Acto seguido da una serie de imágenes de gran valor didáctico para entender el meollo de la producción épica:  

"El rapsoda constituye una pieza esencial en la maquinaria de la epopeya. Es a la vez editor y librero, y también bibliotecario, pero al mismo tiempo es más que todo eso: es a la vez coautor tardío y en calidad de tal posee el derecho de modificar el texto. Se trata de una potestad legítima que nadie le niega, como no sea, tal vez, su propia conciencia." (55).

En otro lugar, mientras los protagonistas observan el mapa balcánico, se dice:

"Durante más de mil años, albaneses y eslavos se habían matado allí sin tregua. Se enfrentaban por todo: por las tierras, por los límites, por los pastos, por los torrentes; no sería nada extraño que hasta por los arcos iris del cielo hubiesen litigado. Y, por si no fuera suficiente, se disputaban también la antigua epopeya, la cual, como para rematar la fatalidad de las cosas, existía en las dos lenguas: en albanés y en serbocroata. Y cada uno de estos dos pueblos pretendía con obstinación que el creador de la epopeya no era otro sino él, no dejando de este modo para el otro más papel que el de saqueador o, en el mejor de los casos, de plagiario.
   
   -¿Se te ha ocurrido pensar que, al ocuparnos de Homero, queramos o no, nos hemos inmiscuido en esa disputa? -dijo Willy sin apartar los ojos del mapa.

  -¿Tu crees? 

   -Es casi inevitable. La materia homérica de su epopeya, que nosotros intentamos verificar, revelaría por sí sola la antigüedad de los albaneses en la península. Ahora bien, es precisamente dicha antigüedad lo que despierta los celos de los serbios.

  -Hum, los celos... -murmuró Max." (85).

Los fragmentos seleccionados podrían hacer creer que esta obra es un trabajo de erudición filológica condimentado con una pizca de ficción. Pero se trata de una novela plena de acción, con una trama que atrapa la lectura. Si te interesa, te la presto.
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jueves, 22 de abril de 2010

La estrella de Sevilla, un clásico español de la más alta calidad a nuestro alcance

 

La estrella de Sevilla se atribuye a Lope de Vega, aunque se ignora a ciencia cierta si éste fue su autor. Sin embargo, retoma ciertos temas lopescos muy conocidos y formulados en especial en Fuenteovejuna y en Peribáñez y el Comendador de Ocaña. Coincide con la primera en que se basa en circunstancias históricas, y como en ambas también se muestra un deseo masculino de alguien de mayor rango social, volcado sin límites sobre una mujer, buscando saciarse sin importarle las compromisos de aquella ni el honor de los hombres de su entorno (en la concepción de la época). Pero el poderoso e incontenible macho en éste caso es el propio rey, con lo que se plantea el tema del abuso de poder por parte de un soberano que al no respetar los lazos de lealtad con sus súbditos deviene en tirano e incita a la rebelión de aquellos para recuperar su dignidad.

Estando el autor aun en vida se exclamaba "es de Lope" cuando se quería significar que algo era muy valioso. Podía ser aplicada la expresión a un buen vino o a un espléndido caballo. Era tanta la fama de Lope, a quién Cervantes llamó "Fénix de los ingenios y monstruo de la naturaleza", que su nombre era sinónimo de la más alta calidad. No tengo la menor duda, antes de verla, que ésta obra representada por la Compañía Nacional de Teatro Clásico no defraudará a sus espectadores.

La posibilidad de que estudiantes puedan ver: la obra con horario y precio especial se debe agradecer a la labor de los departamentos de Educación y de Desarrollo de Recursos del Teatro Solís. En nuestro caso, la primera vez que tuvimos esa generosa posibilidad fue para ver "Bodas de sangre" de Federico García Lorca. En el CeRP de Atlántida, dio una charla previa la Prof. Eleonora Basso y planteó la necesidad que tiene un docente de Literatura de ver teatro, señalando el abismo existente entre el limitado abordaje que permite la sóla lectura del texto dramático--que es lo que se suele hacer en el aula--y la participación plena en un espectáculo teatral. Sostuvo que el texto dramático era al espectáculo como un plano es a un edificio. Esto da la medida de la importancia de convertirse en espectadores, con el agregado de la calidad de la obra, la compañía y la sala. Y también calibra la magnitud del agradecimiento.

Addenda del 2 de mayo 2010: Atención, estudiantes que hayan asistido a la función pueden redactar un comentario con su reacción al espectáculo. Y aquí un clip con una selección del mismo.

Bajtín: rasgos centrales del género épico

El estudioso ruso expone lo que caracteriza al relato épico. En éste, sostiene, el tiempo y la ética colectiva y modélica se entrelazan.
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"El mundo del relato épico es el pasado heroico nacional, el mundo de los "comienzos" y de las "cumbres" de la historia nacional, el de los padres y los ancestros, de los "primeros" y de los "mejores". Por otro lado, no se trata --y éste es el punto esencial-- de una simple cuestión de contenido; este "pasado" no es simplemente un pasado temporal, sino también una dimensión de valor: "Tanto el cantor como su auditorio, inmanentes al género épico, se sitúan en la  misma época y a un mismo nivel de valores (jerárquicos), mientras que el mundo de los héroes se halla a un nivel de tiempo y de valor completamente diferente e inaccesible, separado por una distancia épica" (449-50). "Para la concepción épica del mundo, "comienzos", "primero", "fundador" , "antepasado", "predecesor", etc. no son meramente categorías de tiempo, sino también de valor; es el grado superlativo de valor en el tiempo, tanto en lo que concierne a los individuos como a las cosas y a los acontecimientos del mundo épico: en este pasado todo está bien, y todo lo que es esencialmente bueno ("primero") se da sólo en ese pasado. El pasado absoluto épico aparece como la única fuente y principio de todo lo que es benéfico, incluso para los tiempos futuros. Así lo afirma la forma épica" (451).

Esta concepción del pasado determina también los aspectos formales de la epopeya. Su fuerza creativa es la memoria, no el conocimiento, la tradición, no la iniciativa individual: más allá del límite absoluto que lo separa del tiempo en el que viven el cantor y su auditorio, el pasado épico es completo en sí mismo, cerrado y autosuficiente. Nada se puede añadir, nada se puede modificar: "El mundo épico del pasado absoluto por su misma naturaleza es inaccesible a la experiencia personal y no admite opiniones y valoraciones personales. No se le puede ver, palpar, tocar ni percibir desde cualquier ángulo, ni verificar, analizar, ni descomponer, registrar. No existe más que como la tradición sagrada y perentoria, que implica una apreciación de alcance universal y exige una actitud reverente" (452).

Todos los géneros literarios elevados comparten las mismas características, ajustadas a sus modalidades específicas. Incluso cuando el objeto de representación es el presente, rige la misma distancia jerárquica: "La representación literaria se halla sub speccie aeternitatis. El arte literario debe representar, inortalizar tan sólo aquello que es digno de conmemorarse y preservarse en el recuerdo de la posteridad" (454). Toda la literatura clásica se construye, en definitiva, "en una zona de representación lejana, fuera de la esfera de contacto posible con el presente en devenir, incompleto y, por tanto, sujeto a reinterpretación y revisión" (453)
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Este texto está copiado de Brioschi, Franco y Di Girolamo, Costanzo. Introducción al estudio de la Literatura.  Barcelona: Ariel, 2000, págs. 237-37. En el que, a su vez, se cita y glosa un fragmento de Bajtín, Mijaíl. "Relato épico y novela (Metodología del análisis de la novela)" en Problemas literarios y estéticos, La Habana: Editorial Arte y Literatura, 1986, 441-73. (Sólo los trechos entrecomillados son citas textuales de Bajtín).

 Ilustración: caballería leonesa del siglo XII en Biblia románica de San Isidoro.

lunes, 5 de abril de 2010

Wikipedia: opinión de Umberto Eco

La enciclopedia on line Wikipedia es hoy el medio de información más utilizado en Internet ¿Qué confiabilidad puede tener un medio que el origen de sus informaciones es la libre colaboración de cualquier persona? Quizá cada cuál ya tenga su respuesta. De todos modos, no deja de ser útil la opinión de un erudito como Umberto Eco. Cabe advertir que el título y mucho más el "copete" --no redactados por Eco-- pueden ser engañosos: el italiano no descalifica a Wikipedia, simplemente advierte sobre sus riesgos. Riesgos de los que no está exento absolutamente ningún medio ya que no existe información inocente.  

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Los riesgos de Wikipedia

 Aunque rescata el papel de Internet como herramienta de conocimiento si es bien utilizada, el autor se suma al debate sobre la enciclopedia on line y advierte que la falta de rigurosidad en sus contenidos puede conducir a peligrosos equívocos.


Un debate está agitando el mundo de Internet, y es el debate sobre la Wikipedia.

Para los que no lo sepan, se trata de una enciclopedia on line escrita directamente por el público. No sé hasta qué punto una redacción central controla las contribuciones que llegan de todas las partes del mundo, pero es verdad que cuando he tenido la ocasión de consultarla sobre argumentos que conocía (para controlar una fecha o el título de un libro), la he encontrado siempre bastante bien hecha y bien informada. Claro que eso de estar abierta a la colaboración de cualquiera presenta sus riesgos, y ha sucedido que a algunas personas se les atribuyera cosas que no han hecho e incluso acciones reprobables. Naturalmente, protestaron y el artículo se corrigió.

La Wikipedia tiene también otra propiedad: cualquiera puede corregir un artículo que considera equivocado. Hice la prueba con el artículo que me concierne: contenía un dato biográfico impreciso, lo corregí y desde entonces el artículo ya no contiene ese error. Además, en el resumen de uno de mis libros estaba la que yo consideraba una interpretación incorrecta, dado que se decía que yo "desarrollo" una cierta idea de Nietzsche mientras que, de hecho, la contesto. Corregí "develops" con "argues against", y también esta corrección fue aceptada.


El asunto no me tranquiliza en absoluto. Cualquiera, el día de mañana, podría intervenir otra vez sobre este artículo y atribuirme (por espíritu de burla, por maldad, por estupidez) lo contrario de lo que he dicho o hecho. Además, dado que en Internet circula todavía un texto donde se dice que yo sería Luther Blissett, el conocido falsificador (e incluso años después de que los autores del truco llevaran a cabo su buen coming out y se presentaran con nombre y apellido), podría ser yo tan socarrón como para dedicarme a contaminar los artículos que conciernen a autores que me resultan antipáticos, atribuyéndoles falsos escritos, episodios pedófilos, o vínculos con los Hijos de Satanás.


¿Quién controla en la Wikipedia no sólo los textos sino también sus correcciones? ¿O actúa una suerte de compensación estadística, por la cual una noticia falsa antes o después se localiza? El caso de la Wikipedia es, por otra parte, poco preocupante con respecto a otro de los problemas cruciales de Internet. Junto a sitios absolutamente dignos de confianza, hechos por personas competentes, existen sitios de lo más engañosos, elaborados por incompetentes, desequilibrados o incluso por criminales nazis, y no todos los usuarios de la red son capaces de establecer si un sitio es fidedigno o no.


El asunto tiene una repercusión educativa dramática, porque a estas alturas sabemos ya que escolares y estudiantes suelen evitar consultar libros de texto y enciclopedias y van directamente a sacar noticias de Internet, tanto que desde hace tiempo sostengo que la nueva y fundamental asignatura que hay que enseñar en el colegio debería ser una técnica de selección de las noticias de la red; el problema es que se trata de una asignatura difícil de enseñar porque a menudo los profesores están en una condición de indefensión equivalente a la de sus alumnos.


Muchos educadores se quejan, además, de que los chicos, si tienen que escribir el texto de un trabajo o incluso de una tesina universitaria, copian lo que encuentran en Internet. Cuando copian de un sitio poco creíble, deberíamos suponer que el profesor se da cuenta de que están diciendo pavadas, pero es obvio que sobre algunos temas muy especializados es difícil establecer inmediatamente si el estudiante dice algo falso. Supongamos que un estudiante elija hacer una tesina sobre un autor muy pero muy marginal, que el profesor conoce de segunda mano, y se le atribuya una determinada obra. ¿Sería capaz el docente de decir que ese autor nunca ha escrito ese libro? Lo podría hacer sólo si por cada texto que recibe (y a veces pueden ser decenas y decenas de trabajos) consigue llevar a cabo un cuidadoso control sobre las fuentes.


No sólo eso: el estudiante puede presentar un trabajo que parece correcto (y lo es) pero que está directamente copiado de Internet mediante "copia y pega". Soy propenso a no considerar trágico este fenómeno porque también copiar bien es un arte que no es fácil, y un estudiante que copia bien tiene derecho a una buena nota. Por otra parte, también cuando no existía Internet, los estudiantes podían copiar de un libro hallado en la biblioteca y el asunto no cambiaba (salvo que implicaba más esfuerzo manual). Y, por último, un buen docente se da cuenta siempre cuando se copia un texto sin criterio y se huele el truco (repito, si se copia con discernimiento, hay que quitarse el sombrero).

Ahora bien, considero que existe una forma muy eficaz de aprovechar pedagógicamente los defectos de Internet. Planteen ustedes como ejercicio en clase, trabajo para casa o tesina universitaria, el siguiente tema: "Encontrar sobre el argumento X una serie de elaboraciones completamente infundadas que estén a disposición en Internet, y explicar por qué no son dignas de crédito". He aquí una investigación que requiere capacidad crítica y habilidad para comparar fuentes distintas, que ejercitaría a los estudiantes en el arte del discernimiento. 

Publicado en La Nación (Argentina) el 29/01/2006 
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viernes, 2 de abril de 2010

Umberto Eco: la computadora es amiga de los libros

¿Papel o digital? Para Umberto Eco lo que importa es el mensaje y no su vehículo.“El libro de papel no desaparecerá” y “la computadora es amiga de los libros”, fueron algunas de las definiciones que dejó en su conferencia en el Salón del Libro de París el 2 de abril de 2010.

“La computadora multiplicó los libros. Hoy nos la pasamos imprimiendo”, afirmó Eco, para luego asegurar que, entre sus ventajas, “la computadora permitió que todos puedan publicar sin pagar, así que arruinó a los editores que cobraban para publicar a los malos poetas” y que también dio nuevos lugares de expresión allí donde hay dictaduras.

Sin embargo, “internet es un gran peligro para los libros porque no filtra. La cuestión es saber cuáles son los lugares donde buscar información sobre temas que no son de nuestra competencia. Si tengo que buscar algo sobre Física, no estoy en condiciones de saber qué es serio y qué no. Es un problema, porque la cultura radica en conservar algunas cosas y en dejar pasar otras. Ésa es su fuerza. Así que la materia del mañana en las escuelas será enseñar a filtrar”, explicó.

La feria del libro más importante de Francia dedica cada año más espacio al libro digital y a los nuevos dispositivos de lectura, un tema que hace más evidentes ciertos discursos que anuncian la muerte del libro, en particular del de papel, contra los que Eco se enfrenta. “Hoy sabemos que un libro de papel dura al menos 600 años, porque lo tenemos. Pero en la actualidad, no tenemos ninguna prueba científica de que lo digital pueda durar. ¿Quién puede garantizar cuál será la duración de un disquete y si lo podremos utilizar en el futuro? El libro de papel se hace y nadie lo puede cambiar”, aseguró Eco.

Según el italiano, la cuestión que plantea el libro electrónico ante el pirateo tampoco es nueva para los libros, y dio como prueba que él tiene la primera edición de Los tres mosqueteros, de Alejandro Dumas –de 1844–, y que no es la oficial francesa, sino una que apareció dos meses antes en Bélgica en edición pirata.

Eco recordó que en los 60 se hablaba del triunfo absoluto de la cultura de la imagen; argumento que quedó refutado con la computadora, que “impone el retorno a la cultura alfabética”. Ahora bien, “¿cuánta gente pasa hoy sólo por la cultura de la imagen y cuánta por la alfabética?”, se preguntó el semiólogo para decir: “Las estadísticas son muy claras: el problema es que se va a organizar una clase dirigente alfabetizada y un proletariado que es esclavo de las imágenes. Las últimas elecciones italianas son la demostración de eso: un tipo inteligente que es capaz de dominar el universo de las imágenes puede vencer a los que leen”.

“Quizá la utilización de la computadora después pase del 30% al 90%, pero por el momento hay una diferencia muy clara entre los ricos y los pobres”, siguió Eco, y aseguró que debe ser prioridad “enseñar a las próximas generaciones cómo leer las imágenes”.

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